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Los Abuelos tenían razón….
Con frecuencia, llegan al consultorio padres preocupados porque observan que a sus hijos, les cuesta o les toma mucho tiempo hacer la tareas escolares. Ante esta situación, ellos plantean que quisieran ayudarlos pero que les resulta difícil, ya sea porque han cambiado los métodos y el propio hijo le cuestiona que así no es como le enseñó su Seño, o porque los padres no tienen tiempo para dedicarle, porque hay otros hijos mas pequeños que atender, entre otras razones expuestas. De pronto, siempre buscando entre mis libros palabras inspiradoras, apareció la de un compatriota que tiene una larga trayectoria docente y que considera imprescindible que cada familia sea protagonista en la construcción de la inteligencia de sus hijos. De ese libro, del Maestro uruguayo Alfredo Gadino quiero compartir con uds. algunas reflexiones…
¿Los Abuelos tenían razón?
Cuando tengo un ratito libre y miro los cuadernos de mi hijo, pienso en cuanto ha cambiado lo que se aprende en la escuela. Si me quedo con él cuando hace los deberes y lo veo tropezar, quisiera ayudarlo, pero entre lo que me olvidé y lo que a mi me enseñaron de una manera distinta, yo mismo no sé por dónde empezar. Aunque no lo diga, resuelvo que estos temas de conocimientos queden para la escuela, mientras en casa nos ocupamos de otros aspectos: la salud del hijo, sus afectos, sus costumbres, los valores morales que va formando. “En eso, que es tan importante, si, que la familia educa” me afirmo.
Si por casualidad el abuelo llega a oír esta reflexión seguramente protestará: “En otros tiempos si, que la familia educaba a los jóvenes. Ahora, en cambio, los padres nunca están…”
¿La familia actual, educa o no a los hijos?
¿Los padres de hoy no podemos ayudar a nuestros hijos a saber más, a conocer mejor?
Los abuelos dicen que antes se educaba mejor.
Para llegar a una conclusión sobre este tema, lo mejor es que busquemos las características que tenían antes las familias, digamos por ejemplo un grupo familiar de sesenta o setenta años atrás, cuando los abuelos eran niños, para compararlo con la vida familiar tal como se desarrolla hoy y así, encontrar las diferencias, los cambios que hubo.
Es una buena ocasión para rebuscar en uno de esos cajones del armario que rara vez se abre, hasta encontrar alguna antigua fotografía de aquella época que por fin encontramos; nos llamó la atención una foto, fechada en …1920.!!
Allí se celebraba un acontecimiento especial: la llegada de un nuevo año. Pero la familia grande no esperaba el comienzo del año para reunirse: en cada cumpleaños, en los bautismos, en los casamientos, las navidades, en circunstancias de enfermedad o muerte, esa ocasión se repetía. Y si no totalmente, una gran parte de la familia se reunía cada domingo. Mientras se degustaba en la mesa la pasta amasada pacientemente por las señoras, mientras en la sobremesa se jugaba a la lotería o más tarde, en la rueda del mate, se comentaban las novedades de la familia, de la ciudad, del mundo, también se compartían las preocupaciones, se analizaban conductas y se buscaban salidas, – entre todos- a los problemas de cada uno.
La familia entera creaba un modelo de conducta para los jóvenes: una actitud basada en la obediencia, en el respeto a la autoridad de los mayores, en la solidaridad, en el acento religioso de los conceptos morales que se inculcaban.
En esa época la educación infantil estaba regida por normas muy precisas, durante toda la primera infancia los niños permanecían en el hogar, ya que los Jardines de Infantes eran todavía un sueño de algunas educadoras. Después, los niños debían recibir en la escuela, la instrucción que les posibilitara mantenerse o ascender en la escala social.
Ya adolescentes, a los varones les correspondía su formación profesional como aprendices en el taller, el comercio o el escritorio de un pariente; mientras que las niñas, luego de la escuela primaria, debían ser preparadas para cumplir su futuro papel de amas de casa.
Nos interesa destacar que todos los parientes influían en el comportamiento de los niños.
La familia grande era algo así como el conjunto de piezas de un mismo color del juego de ajedrez, que se mueven en direcciones diversas, que actúan unas y otras con leyes propias, pero dispuestas a enfrentar, apoyándose entre si, el conflicto con el mundo exterior.
Pero la vida, ni antes ni ahora, queda inmóvil como una imagen fija del pasado. El fotógrafo pudo detener por un instante el tiempo para esa familia, pero no más que por un instante, mientras esperaban el fogonazo que producía aquella máquina enorme, cubierta por un paño negro. Pero después del “Ya está”, todo el movimiento se reinició. Los hombres volvieron a sus trabajos en una ciudad en pleno desarrollo industrial y comercial, con permanente actividad portuaria. Los jóvenes se iniciaron en la nueva realidad política que había sustituido las luchas armadas por las discusiones en los clubes partidarios. Las mujeres soñaron con la participación más activa en la sociedad, que estaba posibilitada por el liceo femenino y el empleo en los comercios. El país crecía con nuevas oleadas de inmigrantes, con la formación de sindicatos, la instalación de bancos, creación de facultades en una Universidad cada vez más concurrida. El centro de la capital multiplicó su actividad comercial, los barrios se llenaron de altas chimeneas industriales, el tranvía eléctrico los recorrió a todos, el carbón tuvo que dejar paso al petróleo, se empezaron a necesitar dactilógrafos, linotipistas, maquinistas de todo tipo; fueron necesarios más agrónomos, contadores, maestros…
La sociedad en su conjunto fue cambiando. Y todos esos cambios repercutieron inevitablemente en la organización de lo que conformaba el tejido de la sociedad, su célula básica: la familia.
Esos cambios, ¿fueron para bien? No podríamos decirlo. Pero lo que sí sabemos, es que los padres de los niños de hoy no pueden reinstaurar las costumbres del pasado, reproducir las formas de educación que ellos recibieron. Deben crear nuevos modos porque los propios hijos les están pidiendo que los ayuden, ahora, en esta realidad: les están reclamando apoyo para comprender este entorno tan complejo de hoy, para poder construirse como jóvenes mientras construyen un mundo distinto.
Silvia Pérez Fonticiella
Consultora
NIÑOS: ¿QUÉ REGALARLES? BENEFICIO DE LOS JUGUETES QUE ENSEÑAN
NIÑOS: ¿QUÉ REGALARLES?
BENEFICIO DE LOS JUGUETES QUE ENSEÑAN
Un estudio realizado por expertos de UNICEF, indica que los materiales que los niños necesitan para desarrollarse, son aquellos que pueden ser explorados con todos sus sentidos y que mejor conocen; es decir, esos que puede encontrar en los cajones de la cocina, el dormitorio de sus padres o el propio patio de la casa paterna. De esta manera, ellos encuentran actividades con esos elementos de la vida cotidiana y experimentarán con juegos que incluyen la clasificación por tamaño o color, el reconocimiento por el tacto, la posibilidad de apilarlos y otros que su imaginación cree. La doctora Raquel Chávez Torres, médica pediatra y profesora de la Universidad Nacional Autónoma de Méjico, ha estudiado en forma pormenorizada los elementos preferidos por los niños y que no se adquieren en los comercios. Nos parece atinado representar aquí los datos obtenidos, para que los padres tengan ideas alternativas para reemplazar los juegos electrónicos o aquellos que ofrece la TV de manera invasiva:
Objetos del medio ambiente natural:
Pueden incluir piedras, arena, piñas… El niño realizará juegos que le permitan contar, clasificar o apilar.
Objetos del hogar:
Estos objetos pueden ser utilizados como son o combinados, para crear nuevos juegos:
*Tapas de botellas para clasificar, apilar, contar y diseñar.
*Botellas de plástico para llenar y agitar, o cortadas para verter agua o arena.
*Cajas vacías para apilar y construir torres.
*Latas para ser pintadas y clasificar por color y tamaño.
*Ropa vieja para ataviarse o recortar en pedazos.
*Cilindros de cartón de los papeles higiénicos, para ser pintados, decorados y crear figuras.
*Cartón grueso para recortar sobre una lámina y crear su propio rompecabezas.
Material para ensuciar:
A los niños les encanta, -y aprenden haciéndolo- jugar con materiales que ensucian, como el barro, las pinturas, la masa, el jabón y el agua.
Herramientas y otros objetos de los adultos:
Estos elementos pueden ser las escobas, plumeros, utensillos de cocina o tijeras de punta redonda.
A través del juego con estos elementos, el niño interactúa con el medio ambiente y aprende a descubrirse a sí mismo y a los demás. Más adelante, estas actividades le permitirán tender un puente entre el trabajo y el juego y disfrutará plenamente de alguna actividad que le permita modificar su entorno en colaboración con otros, con creatividad, talento y espíritu crítico.
A continuación, reproducimos una guía de juegos necesarios, preparada por la doctora Chávez Torres, adecuada para cada etapa de la vida:
0-4 semanas | *Rostros y voces de sus seres queridos. (Mirarlo, hablarle y tocarlo)*La luz del sol proyectada sobre una pared*Música y canciones de cuna
*Ambiente familiar suave |
2 meses | *Móviles con colores vivos en el techo*Tiras de animalitos o bolas de colores, colgadas de la cuna*Luz natural sobre la pared y luz artificial de colores suaves
*Ropa y sábanas de colores vivos *Sonajero |
3-4 meses | *Sonajeros musicales*Bolas multicolores*Móviles
*Pequeños animales de plástico *Cajitas musicales *Estimulación de juegos de sus padres |
5 meses | *Móviles para colgar sobre la cuna*Cubos de colores vivos*Bolas que rueden sobre el piso
*Pequeños juguetes de goma para el baño y que puedan ser chupados por el niño *Trozos de tela de colores vivos y diferente textura *Sonajeros *Cajas de música *Un espejo |
6-7 meses | *Juguetes que cuelguen de la cuna*Juguetes para la dentición*Juguetes de anillos, llaves, triángulos o discos de goma multicolores
*Sonajeros y cajas musicales |
8 meses | *Un oso*Una colcha vieja o trozo de tela que identifique como propio*Pelota de trapo
*Papeles que le den la oportunidad de descubrir el resultado de sus acciones, al romper, golpear o arrugar *Un globo atado a la muñeca para que observe |
9 meses | *Juguetes que permitan al niño probar sus habilidades motrices: cubos o piezas que encajen en un recipiente; bolas de colores; carretes de hilos multicolores.*Jugar con el adulto a tapar y destapar la cara |
10 meses | *Anillos de plástico multicolores*Cubos simples o cubos para encajar*Cubiletes para encajar
*Cartones, cajas, pizarras |
11 meses | *Libros pequeños con imágenes*Cubos variados*Cubiletes para encajar
*Pirámide de anillos *Pelota *Tambor |
12 meses | *Una botella de plástico y pelotitas para introducir*Bolas para enhebrar*Caja con bolas, anillos o cubos
*Pelota *Libros de cartón rígido con ilustraciones *Álbum familiar de fotografías *Muñecos de trapo *Dibujos y fotos suyas y de su familia |
15 meses | *Pelota*Cucharas, tazas, platos*Juguetes para armar y desarmar
*Libros de cartón rígido con ilustraciones *Cubos, cajas *Pirámide de anillos o cubiletes para ensartar *Correr, saltar, subir y bajar escaleras *Música para cantar y bailar |
2 años | *Historietas, libros con ilustraciones*Títeres*Crayones de colores y papel
*Cintas, bolas, columpios *Plastilina, masa, barro, agua y jabón *Pala y balde para jugar en la arena o tierra *Carretilla *Juegos para encajar, reunir, separar, armar y desarmar *Pinturas, lápices, papeles, rompecabezas *Caballo sobre mecedor *Juguetes para arrastrar y empujar *Sillita o juguete sobre el que pueda sentarse *Juguetes móviles, (trenes, autos, triciclos) *Juegos de imitación: herramientas, vajilla de té, elementos peluquería… *Música para niños *Burbujero *Construir torres de 6 a 7 cubos |
3 años | *Imitación de escenas de la vida diaria: muñecos, teléfono, etc.*Juegos al aire libre: tobogán, hamaca, sube y baja*Nombrar partes del cuerpo
*Acomodar piezas *Aparear objetos con partes del cuerpo: cepillo- dientes; zapatos-pies; pulsera-muñeca. *Ordenar juguetes *Visitar museos, comercios, parques y luego comentar sobre lo visto |
4 años | *Juguetes que estimulen la creatividad*Saltar con los pies juntos o con un pie y una cuerda*Lanzar y atrapar una pelota
*Contar objetos. Conceptos numéricos de poco o mucho *Clasificar objetos: cuadrado o redondo *Agrupar objetos por semejanza *Dibujar y colorear *Recortar figuras, engomar y pegar *Modelar figuras con plastilina *Identificar mano o pie derecho e izquierdo *enseñarle el nombre de las prendas de vestir a medida que se le coloca *Vestirse y desvestirse solo *Lavarse las manos sin ayuda |
5 años | *Juguetes simples que les permitandesarmarlos, transformarlos, crearlos, quepermita la participación activa.
* |
Prof. Silvia Pérez Fonticiella
Consultora en Neurociencias – Sanatorio Allende
Prof. Mario A. Valdez
Director Centro de Perfeccionamiento Literario – Escuela de Arte Poética – Neuropsicología del Lenguaje
CURSO DE VERANO DE GÉNEROS LITERARIOS
http://www.sereescritor.wordpress.com
CERRO DE LAS ROSAS – CORDOBA
o por email: potencialhumanocordoba@gmail.com
Secretaria: Florencia Solari.
ESA DIFICIL TAREA DE APRENDER A LEER Y ESCRIBIR…
La lectura es una de las herramientas básicas para adaptarse al contexto social y escolar; un fracaso en este aprendizaje, genera prematuramente una serie de riesgos para el niño como son actitudes negativas, repetición, deserción escolar y fundamentalmente, una asociación de aprendizaje con angustia y con sentimientos de incompetencia en relación a la tarea.
El habla esta constituida por sonidos, a estos sonidos les llamamos fonemas, estos son las consonantes, las vocales, los grupos consonánticos y los diptongos.
Aprender a leer y escribir, requiere que una persona tenga los recursos cognitivos para asociar en su cerebro el sonido o fonema, con el símbolo grafico o visual que le corresponde (llamado grafema), eso implica que pueda reconocer las letras y las agrupaciones de letras para que luego pueda acceder a lo que significa esa palabra.
Este proceso, que parece tan común y que se realiza casi mecánicamente sin embargo para algunos niños es una fuente de dificultades y sufrimientos.
Existe un grupo de dificultades en el desarrollo del lenguaje que no pueden ser suficientemente justificadas por defectos instrumentales auditivos o de mecánica fonoarticulatoria, ni por retraso intelectual ni por otros trastornos psicopatológicos o deprivación socio-afectiva. Estos trastornos son denominados trastornos específicos del desarrollo del lenguaje (TEDL), y presentan ciertas modalidades clínicas, según la proporción en que estén afectadas las competencias fonológicas, sintácticas y lexicales en las áreas de comprensión y expresión. A su vez, pueden asociarse a trastornos de la comunicación (espectro autista) o proporcionar el trasfondo de trastornos del aprendizaje, como la dislexia-disortografía.
El niño disléxico-disortográfico, es biológicamente diferente porque hay un bagaje genético especial que ya ha moldeado su percepción del mundo aún antes de todo aprendizaje formal.
Los estudios actuales, nos permiten señalar que su cerebro, es en su origen, diferente desde el nacimiento y cuando llega la hora de enseñarle a leer, ya ha interactuado con su entorno de manera diferente a la de todos los demás. Desde las primeras palabras, su lengua materna ha sido percibida por su cerebro de manera diferente; desde los primeros contactos con su entorno visual, la representación que se construye su cerebro sobre el mundo circundante, y hasta sus percepciones del espacio y del tiempo serán igualmente diferentes.
El desarrollo de la neuropsicología nos ha permitido conocer que el cerebro del niño, a semejanza que el del adulto, esta organizado de forma modular, es decir, que esta constituido por redes interconectadas, teniendo cada una bajo su dependencia distintas partes del funcionamiento intelectual. Cada una de esas redes, puede estar alterada en su funcionamiento, al menos de dos maneras: ya sea por haber sufrido una lesión, un daño circunscrito a una zona del cerebro (como por ejemplo, en un grave traumatismo de cráneo), o porque esa zona se ha desarrollado de manera imperfecta desde los primeros momentos de la vida del feto o del recién nacido.
En ambos casos, las consecuencias suelen ser similares. Cuando las redes alteradas son normalmente necesarias para una actividad compleja como lo es la lectura, el individuo, es entonces confrontado a dificultades específicas en la lectura, respondiendo al término general de dislexia. Cuando la dislexia surge en el adulto que había aprendido a leer de manera normal anteriormente, se habla de dislexia adquirida. Pero cuando el problema esta presente antes de la edad de la lectura, es el aprendizaje el que resultara perturbado, y se habla entonces de dislexia de desarrollo.
¿Qué ocurre en el cerebro del niño con dislexia?
El cerebro humano, esta formado por dos hemisferios derecho e izquierdo, que se comunican entre si por una estructura que hace de puente entre ellos, llamada cuerpo calloso.
Cada hemisferio esta especializado en ciertas funciones. El izquierdo se especializa en los procesos de lenguaje, mientras que el derecho se especializa en el procesamiento de la información visual y espacial.
Los hemisferios cerebrales trabajan de modo diferente, el izquierdo procesa la información secuencialmente, es decir, unos datos tras otros, mientras que el derecho, lo hace simultáneamente, o sea, muchos datos a la vez.
Al leer se combinan los dos tipos de estrategias en el manejo de la información, pero en los niños disléxicos, la disfunción o fallo en el hemisferio izquierdo afecta la velocidad de procesamiento de la información, lo que hace difícil al niño poder procesar cambios rápidos de estímulos o sucesiones tanto en el área visual como auditiva.
La evidencias de alteraciones anatómicas y funcionales en la dislexia, quedaron expuestas exhaustivamente en un informe presentado por Kaufman y Galaburda en 1989, donde mostró que en los cerebros de los disléxicos, se presentan malformaciones de la corteza cerebral específicas, asi como diferentes asimetrías, en los lóbulos parietal, temporal y frontal y un metabolismo anormal en el cerebelo derecho.(Figure 12)
Siendo la dislexia en principio un problema de aprendizaje, acaba por desarrollar una personalidad característica que en el aula se hace notar o bien por la inhibición y el retraimiento o bien por la aparición de conductas disruptivas, hablar, pelearse, no trabajar, como formas de obtener el reconocimiento que no puede alcanzar por sus resultados escolares.
En ocasiones la dislexia va unida a dificultades de pronunciación, con mayor incidencia en la dificultad de pronunciación de palabras nuevas, largas o que contengan combinaciones de letras del tipo de las que le producen dificultades en la lectura.
La dislexia ocupa un lugar central y va unida en ocasiones a otros problemas de aprendizaje escolar, tales como la disgrafía (dificultades en el trazado correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el tamaño de las letras, en la presión de la escritura) y en fases posteriores aparece la disortografía (dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía, desde las que se llaman de ortografía natural a las de nivel más complejo.) y otros síndromes de la constelación “dis” que iremos viendo en próximas entregas.
LA CONSTELACIÓN DIS- Y SUS PARIENTES….
DISORTOGRAFIA DISLEXIA DISFASIA SINDROME HEMISFERICO DERECHO DEL DESARROLLO
DISCALCULIA DISCRONIA TALENTOS PARTICULARES.
¿Cuáles son los síntomas a los que deben prestar atención los padres y educadores?
Es posible apreciar, ya desde la etapa preescolar algunos signos o detalles que pueden hacernos sospechar que un niño es disléxico.
En la etapa preescolar, entre los 3 y los 5 años.
- Puede haber retraso en el desarrollo del habla con dificultades para pronunciar palabras, y una lenta adquisición de vocabulario.
- Podemos observar que tienen cierta torpeza al correr o saltar, se llevan muebles por delante, no pueden controlar bien sus movimientos y fuerza; a nivel de su motricidad fina, les cuesta abrocharse los botones y atarse los cordones de los zapatos, destapar botellas y otras acciones que impliquen coordinación de brazo manos y dedos, como escribir, usar tijeras para cortar.
- Tienden a ser muy dispersos, les cuesta mucho concentrar su atención, controlar sus impulsos y hay una preferencia a los juegos que implican mucha actividad.
- Les cuesta memorizar los números, las vocales, los días de la semana, los colores y las formas.
- Pueden presentar conductas de inhibición por un lado, pero también irritabilidad y actitudes oposicionistas que afectan sus vínculos sociales con los adultos y con otros niños.
En la etapa escolar, entre los 6 y los 11 años:
· Presenta dificultad para asociar el sonido a una letra en particular, y en poder descifrar las palabras aprendidas.
· Confunden derecha e izquierda, algunos escriben en espejo.
· Invierte letras, números, palabras.
· Confunde el orden de las letras dentro de las palabras al escribir, y también puede hacerlo al querer representar números.
· También pronuncia mal las palabras, invirtiendo, sustituyendo o agregando silabas.
· Su comprensión lectora es deficitaria, no obstante, logra relatar bien el argumento de una película o una lectura o programa de TV que ha escuchado.
· Se acentúa su torpeza motriz, e incluso tiende a ser de esos niños a los que todo le pasa, es propenso a accidentarse con mas frecuencia que otros.
· Tiene un ritmo lento de trabajo, en general, no logra finalizar las tareas propuestas por la maestra en el aula, y da muchos rodeos a la hora de tener que hacer los deberes en casa.
· Su déficit a nivel de motricidad fina, hace que su producción escrita sea desprolija, con mala caligrafía, muchas veces ilegible.
· Le cuesta planificar sus acciones y pensamientos, por lo que la producción de textos puede aparecer muy desorganizada, con dificultad de hallar un hilo conductor del relato.
· Presenta déficit de secuenciación auditiva y visual, así como de su memoria de trabajo, eso implica que necesite mas tiempo para procesar la información que recibe; esto no solo se ve reflejado a nivel del lenguaje, sino que le trae consecuencias importantes a nivel del aprendizaje de las matemáticas, afectando su razonamiento y el desarrollo de estrategias de incorporación de algoritmos y resolución de problemas.
Etapa posterior a los 12 años
- Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensible.
- Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos, a veces permanencia de las omisiones, alteraciones y adiciones de la etapa anterior.
- Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas en general.
- Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono.
- Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
- Baja auto-estima
- Dificultad en la percepción del lenguaje, por ejemplo en seguir instrucciones .
- Baja comprensión lectora.
- Aparición de conductas disruptivas o de inhibición progresiva. A veces, depresión.
- Aversión a la lectura y la escritura.
Todos estos trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia, requieren ser tratados lo mas tempranamente posible, para evitar un monto muy elevado de sufrimiento del niño y su familia, y que tengan mayores posibilidades de mejora de su calidad de vida.
La evaluación neurocognitiva, nos permite varios niveles de investigación, que parten de lo sindromatico, lo fisiopatológico y lo etiológico.
El nivel sindromático nos permitirá evaluar los síntomas y signos que lo constituyen y nos llevan a pensar en un síndrome clínico que deberá confrontarse mas tarde con pruebas especificas de las habilidades académicas para confirmar el diagnostico presuntivo. La neuropsicología desempeña un papel relevante para poder reconocer los mecanismos cerebrales básicos involucrados en cada caso y asociada a estudios fisiopatológicos, nos brindara un panorama para poder diferenciar subtipos neuropsicológicos precisos.
La posibilidad de contar con estudios complementarios que investiguen la estructura cerebral (neuroimágenes y estudios funcionales con compuestos radioactivos ,PET, Spect y CBF, y la funcionalidad de la misma (neurofisiología, potenciales evocados, potenciales cognitivos, EEGq, análisis de la coherencia inter e intra-hemisférica, completan el tercer nivel de investigación clínica básica para conocer la causa del trastorno, y asi poder comprender el pronostico del cuadro, como también plantear el tratamiento adecuado a la medida de cada chico.
Silvia Pérez Fonticiella
Esp. en Neuropsicología – IINNUAR
Instituto de Investigaciones Neuropsicológicas y Neuropedagógicas Argentino